Platón Sánchez, Ver. La crisis económica deja descalzos a cientos de familias en la zona rural; la falta de trabajo y las bajas ventas de sus productos, los agobia para poder comprar un par de zapatos a su esposa e hijos.
“Cada vez es más difícil vender nuestras escobas, petates, sombreros, abanicos y otros productos elaborados a base de palma”, dice José Antonio Hernández Bautista, de la comunidad de Apachitempá, quien por más de 30 años se ha dedicado a la elaboración de estas artesanías.
“El problema es que nuestras mujeres e hijos se están quedando descalzos, al no poder comprarles un par de zapatos con las ganancias, pues las ventas van disminuyendo considerablemente; la gente tampoco tiene para comprar una escoba de 8 o 10 pesos, pues mejor fabrican una con la misma maleza que está en sus terrenos” continúa diciendo.
“Los que vivimos en las comunidades, la mayor parte subsiste del barro y la palma, es decir, para comprarle un par de zapatos a mi esposa, necesito vender un petate de 50 pesos y unas 15 escobas de 8 pesos cada una, lo mismo sucede si pretendo que mi hijo se ponga zapatos para ir a la escuela”, dijo el artesano.
“Para nosotros que vivimos en el medio rural, es muy difícil ponernos zapatos, ya que para ello, necesitamos no comer durante una semana para darnos ese lujo; sin embargo, muchas veces hacemos un sacrificio por nuestros hijos, ya que ellos no pueden asistir a clases yendo descalzos” recalcó.
José Antonio Hernández, finalizó diciendo que, “la esperanza de todo artesano está en las fiestas como Xantolo, Navidad, Año Nuevo y otras donde existe la aglomeración de gente, pero con el paso del tiempo, todo esto se ha venido perdiendo, por lo que no sabemos qué vamos hacer si la economía no mejora en los próximos meses; aunque algunos ya pensamos en emigrar a otros estados de la República en busca de mejorar nuestra calidad de vida”.
Con información del Diario de Tantoyuca.
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