Elección de gobernador. Impugnada

Raymundo Flores Bernal DESDE LA HUASTECA “EL RETIRO” jueves, 05 de agosto de 2010

Principio fundamental: equidad Reforma Constitucional de 2007 PRI y PAN. Gente “feliz” El resultado de la elección para gobernador del estado del pasado 4 de julio en Veracruz impugnada, ha generado entre muchos una profunda controversia tanto política como jurídica. Lo anterior resulta fácilmente comprensible si se parte de la base de que lo que se involucra en el litigio sobre su validez es uno de los principios esenciales de la Nación: su soberanía, la misma que el pueblo ejerce por medio de los poderes de la Unión y para el caso los de nuestro estado, concretamente el ejecutivo, cuya renovación se realizará mediante elecciones “libres, auténticas, periódicas” que serán organizadas como función estatal a través de organismos públicos autónomos ( órganos electorales) con apego a principios rectores concretos: certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, objetividad…..equidad.   Sobre esta materia quiero formular algunas breves consideraciones…… las pienso y las escribo, eso pretendo, de la forma más llana y sencilla con suficiente claridad para ser entendidas por el común de la gente.   Así, no se requiere ser abogado constitucionalista; ni perito en derecho electoral; ni siquiera tener ilustración media o más todavía incluso estar en la condición de analfabetismo, para entenderlas perfectamente bien porque se refieren a conceptos de fácil comprensión; de elemental sentido de percepción:   En nuestro país existe lo que se llama un principio de autoridad formal de la ley o jerarquía de la ley lo que significa que la ley más alta es la que contiene la constitución; ninguna otra; ni una ley federal votada en el congreso; ningún reglamento; ningún acuerdo; ninguna ley de los estados federados de la República, pueden contravenir las estipulaciones del Pacto Federal; es decir; lo que diga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos…….lo anterior incluye para el caso, toda la legislación electoral.   Y entonces ¿cómo quiere la ley suprema que sean las elecciones?.......quiere que la competencia sea pareja…..que sea equitativa…..y así tiene que ser ¿cómo?.....fijando las reglas, diciendo cual puede ser el monto del financiamiento público para las actividades tendientes a la obtención del voto, cual el límite para las erogaciones de los partidos en las campañas, cuales los montos máximos de aportaciones pecuniarias de simpatizantes, con que procedimientos se vigilará y controlará lo anterior.   Por eso la equidad como principio rector de las elecciones parece ser el fundamental, en algún sentido condiciona a los otros y subyace para que los otros se concreten……de este modo parece obvio que ninguna elección puede ser cierta, legal, independiente, imparcial, objetiva; si básicamente no es equitativa; si no atiende a este sentido primario, basal de la Constitución.   La desmesura sancionable en gastos pues, no es algo extraordinariamente complicado de comprobar, diría yo que al revés, el tamaño de los recursos legales es acotado, preestablecido, conocido por lo tanto; todo rebase abierto subrepticio, público o secreto que finalmente salte a la vista y resulte ostensible y del dominio público, en sentido estricto no requiriría ni siquiera de pruebas procesales concretas en tanto lo que “se ve; no se juzga” y las evidencias palmarias tienen su propio y definitivo peso como pruebas.   La constitución establece también que para garantizar la observancia de los principios de constitucionalidad y legalidad de los actos y resoluciones electorales habrá un sistema de medios de impugnación para, en este caso dar definitividad a la última etapa del proceso electoral local en el órgano electoral federal: el TRIFE.   Todas las leyes, por supuesto y en primer término la ley suprema, la de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos contienen dos elementos:…..la letra y el espíritu…..lo que está escrito y lo que quiere, lo que persigue la ley su objetivo ideal que en rigor es el continente de la misma, donde el texto es el contenido……al interpretar la ley, se está, se ha estado a letra y espíritu y o a la letra o al espíritu, de la misma y frente a una disyuntiva y con un enfoque paradigmático…..al espíritu.   En materia electoral, no me cabe la menor duda de cómo quiere la Constitución que sean las elecciones…..cual es el espíritu de la Constitución cuando las rige:……que sean parejas…..equitativas.   En Veracruz, esto es público y explícito…. el PRI y el PAN como partidos con votación más alta, se han acusado recíprocamente, en principio de dos ilícitos genéricos (así lo expresaron por la televisión abierta del estado el día 2 de agosto el ex candidato Miguel Yunes y el presidente del CDE del PRI Jorge Carvallo)……El desvío de recursos públicos a las campañas de sus respectivos candidatos a gobernador, la intromisión del presidente de la República y del gobernador del estado en las campañas y la “operación” de funcionarios y empleados públicos tanto del gobierno federal como del estatal durante el desarrollo de las campañas……igualmente el PAN acusa de manipulaciones de documentos, boletas, actas, cómputos amañados, fraude electoral a integrantes de casillas pero especialmente a los del órgano electoral estatal (IEV) y del tribunal electoral local.   El PRI no tan solo eso; sino además ya acusó de intromisión punible ante el TRIFE al presidente de la República y este órgano resolvió a su favor, fallo que recurrió al presidente y cuyo desahogo se encuentra en trámite.   En ese marco, PRI y PAN, sus personajes y funcionarios no deben llamarse a inocentes; ni agraviados; ambos están haciendo exactamente lo mismo: recurren al TRIFE porque aducen violaciones a los principios que deben regir la elección…….no se trata de un asunto de “buenos” y “malos” se trata de conocer la verdad y aplicar la ley.   Igual el partido Convergencia puntualmente con el relevante protagonismo de Dante Delgado, clara y contundentemente ha impugnado la elección en Veracruz por vulneración de los principios constitucionales y en ese sentido recoge una demanda ciudadana más amplia que rebasa el interés de su propio partido.   Yo no conozco; ni directamente; ni por referencia los elementos de prueba de fraude perpetrado el día de la elección y después que en estas impugnaciones tengan soporte documental y hayan sido y sean aportados por los impugnadores; si conozco en cambio igual que millones en que atmósfera de publicidad, medios y protagonistas y “operación” se desarrollaron las campañas y es que se trata de un acontecimiento público, continuo y prolongado que se realizó en “abierto” y del que estamos enterados la mayoría de los veracruzanos, casi en todas las secciones electorales del estado de Veracruz desde la más recóndita ranchería o colonia popular hasta en los centros urbanos más importantes de la Entidad…..y es que aparentemente la intención era precisamente esa, provocar el pasmo, conseguir implantar el mensaje de fuerza con la catarata inagotable de recursos, apoyos, movilizaciones gigantescas, apologías y silencios selectivos de medios impresos y electrónicos……fue una estrategia, es una realidad imposible de desaparecer, su magnitud es tal que aducir su inexistencia sería…….y creo que no es el caso, una actitud demencial, insostenible.   No sé como vayan a cursar estas impugnaciones en el TRIFE y si al final prevalecerán impugnadores o impugnados, de lo que si no tengo ninguna duda es que el caso contiene suficientes elementos parta una determinación que siendo muy trascendente por el contexto político e histórico en que se daría, no sería; sin embargo inédita…….   En efecto desde el año 2000 para acá ya se han anulado elecciones locales en México cuando las violaciones han sido tan graves que la única forma de restablecer el respeto a los principios constitucionales ha sido que el TRIFE funcionando del 2007 en adelante como tribunal de constitucionalidad haya resuelto que deban ser repetidas, estoy pensando en los casos de Tabasco en el 2000, de Colima en (¿2003?) tratándose de elecciones para gobernador y en los de las ciudades de Torreón, Ciudad Juárez y otras localidades de diferentes estados de la República como Michoacán, Guerrero, Hidalgo, etc.   En ninguno de los casos citados se “acabó el mundo” ni “se detuvo el país” y los acontecimientos cursaron como debe ser en un estado democrático; apegados a la ley y en paz, en el marco de vigencia plena de los principios de la Constitución…..sin más comentarios.   Es conocida la “resistencia” de las autoridades electorales para anular elecciones porque proyecta la imagen de una acción invasora de los derechos ciudadanos, de quienes han votado y pretenden que prevalezcan los resultados de actos que consideran válidos.   Sin embargo, y después de desaparecida en 2007 la causal de nulidad abstracta, los tribunales han resuelto anular elecciones con base en la causal por violación a principios constitucionales cuando la única forma que tiene un estado democrático de impedir vulneraciones de tal naturaleza ha sido esa.   Para alguno de los estudiosos más calificados de la materia, la competencia del TRIFE a partir de la reforma constitucional del 2007 para determinar la constitucionalidad, amplía aquella, la competencia, a no solo poder declarar la nulidad de elecciones por causas previstas en ley; restricción derivada de una interpretación letrista; sino a hacerlo como un tribunal de constitucionalidad y no de legalidad lo que sería incompatible con el verdadero sentido y alcance de la reforma referida.   Sin más luces; ni la especialidad de los peritos que así opinan, yo comparto esta interpretación; que además ya se ha dado en resoluciones del TRIFE en fecha posterior a 2007.   Por eso creo que si exista un camino jurídico amplio para que las impugnaciones a la elección para gobernador en Veracruz puedan cursar y en ese caso el dictamen fuera la anulación de la elección.   Lo que resuelva el TRIFE en cualquier sentido, tendrá un significado que trasciende lo puramente jurídico o político, influirá en un contexto sociológico e histórico de futuro inmediato……anunciará que es lo que se puede y no se puede hacer en la elección del 2012.   Nadie podrá formalmente llamarse a engaño.   En el terreno de lo anecdótico, de la picaresca política, quiero decir que en muchos pueblos, rancherías y colonias populares, en las oficinas de los “líderes”, de organizaciones locales de muchos distritos, ya “ventearon” que puede haber elecciones otra vez, y la gente, mucha gente, no todos, la verdad, de todos los partidos “anda feliz” y no matizo la calificación; pero no feliz por exaltación cívica o fervor democrático, felices porque piensan que volverán a “bajar” apoyos, dinero, cemento, láminas, despensas, mitote, chisme, calentura……..esta lamentable reacción Pavloviana creo que la hemos inducido entre todos y digo exactamente todos los partidos y actores políticos, que sin aduanas; ni pudor , hemos convertido o permitido que se conviertan las elecciones en este mercado de ofertas y regateos tan distante de la cultura democrática que es deseable implantar entre los más.