Platón Sánchez, Ver. Procedentes de la Unión Americana, cientos de emigrantes comenzaron a llegar desde el domingo por la tarde a este municipio para pasar las fiestas de fin de año con sus seres queridos.
Los “mojados”, como los llaman en el vecino país del norte, han vuelto para reunirse con sus familias, muchos de ellos, convencidos de que ya no podrán volver más allá, debido a que el gobierno norteamericano ha recrudecido las condiciones migratorias.
Según Odilón Bautista Hernández de la localidad de Amoxoyahualt cometa que la situación para quienes por necesidad han tenido que irse a los Estados Unidos cada vez se vuelve más difícil, pues no sólo se ha incrementado la represión hacia ellos, sino que también los empresarios que los contrataban han sido obligados a despedirlos.
Luego de vivir por espacio de dos años en el estado de Indianápolis, comenta que en este momento son muchos los mexicanos que se encuentran prácticamente encerrados y sin poder trabajar; pues “la migra” cada vez se ha vuelto más severa con ellos.
Explica que desde que se fue "para el norte", encontró trabajo en una fábrica de ropa, en donde estuvo trabajando de manera tranquila, hasta hace seis meses fue despedido, “todo estaba bien, ganaba mis dólares y se los mandaba a mi familia para que pudieran por fin tener una vida digna, mis compañeros con los que vivía también trabajaban tranquilamente, pero con la crisis, nuestra situación se complicó, al grado de que muchos de mis amigos fueron echados de sus trabajos y prácticamente tuvieron que encerrarse en sus casas para evitar que los agarrara la migra”.
Manifiesta que debido a la confianza que se había ganado, su patrón lo mantuvo trabajando hasta hace una semana en que decidió volver a su tierra; “Ahora sí le di las gracias por todo lo que hizo por mí en este tiempo, pero gracias a Dios ya estoy de nuevo con mi familia”, expresa en medio de la emoción.
El ahora ex-migrante, asegura que en los Estados Unidos todavía hay muchos mexicanos que están sufriendo la represión del gobierno estadounidense, pero que no se regresan a sus lugares de origen, por la fe que les queda en que muy pronto se resolverán los problemas.
Advierte que muchas familias de esta región prácticamente están viviendo de las limosnas que les dan en las iglesias, pues desde hace ya varios meses se han quedado sin trabajo, la vida es difícil allá, por lo que mejor me quedo con mi familia en mi querido pueblo donde no me he demorar de hambre.Con información del Diario de Tantoyuca.
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