Platón Sánchez, Ver. Según Hawke y Collins en 1993, el tabaco ya era utilizado en América desde hace dos mil años; se considera que la primera constatación del acto de fumar tabaco, es el hombre viejo de Palenque de México; el templo en el que se encontró esta escultura de piedra se construyó 600 años antes de Cristo.
La historia escrita del tabaco empieza el 12 de octubre de 1492, cuando Cristóbal Colón llegó a las playas de San Salvador; los nativos entregaron fruta, jabalinas de madera y ciertas hojas secas que desprendían una fragancia característica , más tarde, los viajeros descubrieron que el uso del tabaco era bastante común en el nuevo mundo.
La palabra tabaco fue originalmente usada por los nativos para designar la pipa en la que se fumaba la hoja, el tabaco consumido en América del Norte era la Nicotina rústica, de hoja estrecha, con un alto contenido de nicotina.
Los españoles empezaron el cultivo del tabaco en Haití, en 1531, con semilla obtenida en México, la producción se extendió a otras islas vecinas, se introdujo en Europa, Asia y África durante la segunda mitad del siglo XVI.
Según Tabacos de México, en 1989, a partir del siglo XVII, el tabaco es conocido y apreciado como planta fumable y placentera en la mayor parte del mundo; entonces las principales potencias colonizadoras de la época proceden a organizar, sistematizar, y monopolizar su cultivo en las colonias para comercializarlo y obtener ingresos adicionales para sus coronas.
España, Portugal e Inglaterra, en ese orden son los pioneros a gran escala de este comercio; España es el país con mayor exportación y Sevilla se convierte en el principal puerto europeo de tráfico de tabaco.
La consolidación del puro en la escena europea en el siglo XVIII, fue modificando la estructura productiva tabacalera que se desarrolló durante dos siglos, en función del consumo del tabaco en polvo.
Durante el siglo XIX, la manufactura del tabaco se canalizó preferentemente a la elaboración de puros, y en menor medida, a la rapé y tabaco para mascar; los tipos de tabaco más solicitados y producidos para estos usos, incluso para fumar en forma de cigarrillo, eran los oscuros.
El cigarrillo de papel contaba con un mercado pequeño, su producción se limitaba a los propios consumidores o pequeños talleres de carácter familiar, y más tarde, a pequeñas fábricas.
A finales del siglo XIX, el desarrollo industrial y el tabaco se unirían para provocar un nuevo ajuste, que tendría como consecuencia el nacimiento de la industria cigarrera moderna, y la alteración, debió su extraordinario desarrollo a la invención de máquinas para elaborar cigarros y la aparición de cigarros elaborados a base de mezclas o tipo americano, cuyo sabor suave ganó rápidamente el gusto del consumidor.
Septiembre mes de siembra de tabaco
En el año de 1946, la producción del tabaco llego a Platón Sánchez por Salomón, de Huejutla, Hidalgo; Mundo Flores, Guilebaldo Flores Fuentes, de este municipio, y Don José Rivera, originario de Tamazunchale, San Luis Potosí, quienes refaccionaron la siembra del cultivo a cientos de productores de estas tierras.
Los planteros fue la primera fase a seguir para el cultivo del tabaco, la preparación de la tierra era desinfectar con el apoyo de un nylon en un área de 20 x 20 metros; cubierto por el nylon, alcanza temperaturas superiores a los 65 grados, esto ayuda a acabar con las plagas y malezas que ahí se pudieran encontrar, para que en un lapso de 25 días, la semilla pueda nacer para ser trasplantada a la parcela.
Los productores de tabaco de este municipio, consideran que el mejor mes para la elaboración de semilleros es septiembre, aunque se corre el riesgo que estos sean afectados por las inundaciones que se realizan durante ese mes, siendo octubre, el mejor mes para comenzar a sembrar la planta del tabaco en sus parcelas.
Fuente: Diario de Tantoyuca.
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