Semanas atrás, unos 4 y 5 de los hombres más ricos del planeta, encabezados por Bill Gates, se reunieron en Europa a cenar, y cuando ya llevaban algunos traguitos, les entró el remordimiento por la inmensa fortuna que poseen y así decidieron donar el 80 por ciento de su riqueza a los pobres a través de las ONGs.
Tres días después, Carlos Slim, otro de los millonarios más favorecidos del planeta, censuró a sus colegas y les dijo que en vez de regalar el dinero deberían crear fundaciones, pues es más provechoso.
El mismo Slim, por ejemplo, financia con 5 mil pesotes mensuales a un montón de boxeadores de la época de oro en México, pues todos, lástima, viven en la miseria, pues en días de esplendor se gastaron la lana en alcohol y mujeres.
Slim otorga, de igual manera, más apoyos a los desheredados y los desposeídos, aun cuando, claro, se deja un dinerito para, por ejemplo, comprarse un edicio histórico en Nueva York y de paso, comprar más acciones del periódico The New York Times, el más influyente del mundo en materia política.
Por eso es que uno se pregunta si los ricos de Veracruz también estarían en condiciones de secundar el ejemplo de los millonarios del globo terráqueo... para ganar indulgencias en la otra vida, y por añadidura, favorecer la calidad de vida de los veracruzanos pobres.
Por ejemplo, de acuerdo con algunos economistas consultados, el ingeniero Valentín Ruiz Ortiz (terrenos, fraccionamientos, hoteles, restaurantes, ranchos, ganados, tiendas comerciales, etcétera) es el hombre más rico del estado de Veracruz, y cuya fortuna calculan entre 35 y 40 mil millones de pesos.
De ser así, Ruiz Ortiz podría, siguiendo a Bill Gates y Carlos Slim, impulsar obras de caridad y misericordia entre los indigentes de Veracruz para sembrar la felicidad y la sonrisa en los prójimos.
El ingeniero Carlos Ramírez, uno de los contructores más importantes del puerto jarocho, cuya riqueza se caulcula en unos 5 mil millones de pesos, podría financiar, digamos, los asilos de ancianos pobres en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, para que doña Nico y compañía la pasaran felices.
Sería el mismo caso del empresario Gilberto Bravo Torra, quien posee, más o menos, unas 50 gasolineras y tiene, además, contratos del gobierno fidelista, y quien de algún modo pudiera devolver a los pobres lo que la vida, generosa como es, le ha dado.
LOS RICOS DEL NORTE DE VERACRUZ
En el norte de Veracruz, por ejemplo, los hombres y/o las familias más ricas también pudieran unirse en una gran cruzada humanitaria para que en la entidad federativa existieran menos pobres, antes, mucho antes de que las mismas circunstancias de pobreza y miseria que llevaran a los campesinos, indígenas y obreros del México de 1810 y del México de 1910 a los movimientos insurgentes y revolucionarios, llevaran a los mexicanos de hoy a la sublevación.
De acuerdo con una radiografía económica, la caridad podría ser practicada por los siguientes personajes:
1. El capitán Alfonso Guzmán Rodríguez, ganadero rico por herencia, hijo de Alfonso Guzmán Neyra, quien fuera presidente de la Suprema Corte de Justicia.
2. La familia Guzmán de Paz, Rocío y Eddie, el primero ex alcalde de Pánuco, y la segunda, diputada federal, prósperos comerciantes en las ramas ferretera y de materiales de construcción.
3. La familia Gregorio Sosa, los grandes muebleros de la línea Ocso.
4. La familia Aparicio Ramírez, transportistas.
5. La familia Figueroa, con una cadena de empacadoras.
6. Joaquín Guzmán Aviles, de Tantoyuca, quien ha incursionado en la industria de la construcción, hoteles, locales comerciales y la ganadería, y quien a partir del primero de enero será, otra vez, alcalde.
7. Gabriel San Román Vera, de Tantoyuca, un ferretero que se ha extendido en toda la región huasteca, con intereses económicos en Tantoyuca, Tempoal, Platón Sánchez, Tampico y Monterrey.
8. Wilebaldo Flores Milo, de Tantoyuca, dedicado al ramo farmacéutico y a la ganadería.
9. Arturo Barquín Herrera, de Tempoal, ganadero de abolengo de toda la vida.
10. El arquitecto Enrique Macías, quien dedicado a la industria de la construcción se ha extendido a la construcción de carreteras, en tanto el rancho La Florida, antes propiedad de Martín Juárez, le cayó del cielo, según se afirma en el pueblo.
11. Celestino Rivera, convertido en constructor, fue presidente municipal y ahora es diputado local electo.
12. Heriberto Sánchez, de Platón Sánchez, dueño de farmacias y ranchos.
13. Los Flores Fuentes, herederos de Guilebaldo, ganaderos de abolengo.
Todos ellos, diríamos, podrían atenuar la pobreza de miles de veracruzanos de la zona norte, que por ahora están metidos en la migración a Estados Unidos y en los changarros, y quienes viven condenados a la pobreza, porque así fueron sus padres y sus abuelos y sus tatarabuelos.
LOS POBRES, CARNE DE CAÑÓN
A partir de Bill Gates y Carlos Slim, estaríamos hablando de un gran movimiento, quizá social, quizá cristiano, quizá humanístico, quizá socialista, en bien de un Veracruz donde hay un millón de veracruzanos en Estados Unidos buscando un empleo digno, estable y bien pagado, un millón de veracruzanos habitando las zonas indígenas en la más terrible y espantosa desigualdad social, medio millón de veracruzanos mal viviendo de los changarros y miles y miles de jóvenes en el desempleo y en el subempleo, y que significan carne de cañón para un levantamiento armado.
Los ricos de Europa han puesto el ejemplo a los millonarios del planeta para multiplicar sus bienes entre los pobres. Incluso, llegaron a decir que por ningún concepto heredarían su dinero a los hijos.
Y, bueno, nadie quisiera llegar a tal extremo, aun cuando lo otro, ciertamente, también es una utopía que ni a Jesucristo, Buda, Mahoma y/o a Carlos Marx, se les ocurrió...
Fuente: http://www.imagendelgolfo.com.mx
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